Basta que una persona con visión despliegue su
talento, deje al servicio de un bien común toda su potencialidad, y sucede lo
esperado. En la comunidad de El Bolsón, en el extremo suroeste de La Patagonia,
Federico Magri, quien puede definirse como un apasionado de las actividades al
aire libre, desbordó su pasión por la naturaleza compartiendo en diversas redes
sociales la hermosura y las maravillas de este lugar.
Sus acciones no fueron producto casual del
disfrute que le provoca las actividades al aire libre, sino el resultado de la inteligencia
de quien se deleita en compartir en otros el disfrute de la naturaleza
practicando cabalgatas, trekking, ciclismo de montaña o rafting, y sobre todo
el cuidado del medio ambiente y posteriormente, comunicando con un carácter
estratégico, las beldades originarias poco frecuentadas hasta entonces por
propios y extranjeros.
En Federico Magri se encuentra el ánimo de
exhibir a la comunidad de El Bolsón de una manera orgánica y libre.
Al final del día, comunicar lo que se siente al
estar entre las montañas, en la forma que Federico lo ha estado haciendo, pudo
lograr, de acuerdo con estudios de dos prestigiosas universidades de EE. UU, que el 30 por ciento de las visitas de
turistas a la ciudad lo hayan hecho por medio de vínculos de estas redes
sociales, que, actualmente tiene en su haber, más de 300,000 seguidores
activos, y lograr más de 2 millones de vistas por mes.
Sus posts no sólo incitan al más reservado y
ermitaño cibernauta a explorar, sino que además sus singulares y sencillas
publicaciones con toda una red de seguidores, propulsaron un importante
crecimiento en el sector turístico de la región, contribuyendo con la economía
de locales y aledaños.
El creador del “Bolsón trekking” es considerado
entre el selecto y cerrado grupo de los Gurus de las redes sociales como un
fenómeno aislado, porque solo y sin ayuda ni privada ni estatal ha llegado a
lugares que pocos han logrado.
Transmitir un mensaje verdadero, sencillo y de
una forma muy especial.
Esto hizo que un alto auge de turistas
anualmente se acercase y pernoctaron en El Bolsón. Esta afluencia de visitantes
repercutió en la mejora del intercambio de bienes y servicios de la comunidad
generando mayor trabajo a los productores de cervezas, dulces, artesanías
autóctonas, la agricultura en general y la ganadería. Un guiño de Magri que
simpatizó a esta solidaria sociedad ecológica y que él supo lucirlo pertinente
y eficazmente por medio del uso del Social Media.
Recorrer la vasta extensión de El Bolsón
siempre fue un deleite para el, a quien se le puede
calibrar como un hombre modesto y de trato
sencillo. Y en esa calidad, y casi instintivamente, fue dando rienda suelta a
una necesidad de compartir esa vastedad de El bolsón, de una manera
más natural, real, y pudo comunicarlo de esa
forma. Lo que en un principio fue solo un intento por transmitir su propio
sentimiento entre las montañas, empezó a transformarse en una bola de nieve que
crece como una comunidad maravillosa. Para conseguirlo, se interesó, para luego
adentrarse en el ambiente tecnológico, realizó cursos enfocado en descubrir el mundo
del marketing, las redes sociales y la psicología, en Universidades de Texas y
Boston y con semejantes recursos, conquistó su visión: conectar con infinidad
de personas que pudieran juntarse para disfrutar de las actividades al aire
libre, no solo en El Bosón, sino en cualquier espacio natural, lo cual es más
importante aún para él.
Federico Magri reúne atributos que dan frutos y
detrás de una mirada franca, sensible al ecosistema, humana, se erige un
altruista, dispuesto siempre a ayudar, un hombre que siente en lo natural, la esencia
misma de la vida y respeta con integridad esa relación simbiótica, la defiende,
promueve y divulga, porque no hay un ápice de egoísmo, todo lo contrario, en
Magri hay un profundo anhelo porque cada vez más y más personas en la Patagonia
y el mundo, recorran los caminos de El Bolsón y gocen en libertad el entorno
natural del ambiente al aire libre.
Lo fundamentalmente positivo, y Federico Magri
lo sabe sobradamente, es que tener el poder de dar y comunicar a otros
información, contenido de gran valor, para los turistas, es un cometido que no cualquiera
realiza con cercano atino y trasciende del click “Me Gusta” al click “seguir” para sentir la experiencia con la plenitud que
merece quien busca el contacto con la naturaleza, para VIVIR, recorriendo los
hermosos caminos montañosos, apreciar los árboles gigantes y pequeños en
senderos junto al río, lugares encantadores pero poco frecuentados, a veces
hasta desconocidos por el turismo
convencional.
Eso hace de la una personalidad de notable
estima y merecedor de la retribución que dota imborrablemente el contacto con
la naturaleza: un desarrollo intrínseco de la conciencia, un profundo
reconocimiento del propio ser y del otro. Así es Federico Magri, intensamente
humano.
No es casual que empieza a ser buscado por
personalidades del deporte internacional, artistas y empresas, para lograr ser
asesorado por su mirada amplia, sencilla y humana.
Veremos en que caminos anduviera en el futuro,
este estudiante fenómeno de Arlington.
Texto y redacción Catedra de Marketing de la
Universidad de Arlington, Texas. EE. UU